Hace poco más de un año, cuando ChatGPT hizo acto de presencia, muchos tuvimos esa sensación de estar presenciando un momento histórico. ¿Una herramienta capaz de generar textos con coherencia, creatividad y rapidez? ¡Esto era un cambio de juego! Tanto es así que, en DeMomentSomTres, dedicamos el eslogan de 2024 a este impacto: R[IA]L Marketing. La inteligencia artificial, combinada con el sentido común, nos ha ayudado a dar un salto adelante.
La ilusión inicial: el potencial de ChatGPT
Con la llegada de ChatGPT, se abrieron un montón de posibilidades. Las primeras aplicaciones eran tan evidentes como sorprendentes:
- Ayudar a los hijos a hacer sus deberes, con todas las discusiones éticas que ello conllevaba.
- Asistir a tareas de desarrollo, como depuración de código o creación de funciones complejas.
- Crear textos, perfeccionarlos y redondear ideas. Desde una simple invitación a un informe profesional.
- Generar imágenes con herramientas como MidJourney, abriendo la puerta a nuevas formas de expresión visual.
Este entusiasmo inicial se convirtió rápidamente en acción a muchos niveles, pero en el ámbito empresarial todavía quedaban importantes retos.
La aplicación empresarial: una asignatura pendiente
Mientras que a nivel personal la IA generativa encontró un espacio rápidamente, en las empresas el camino ha sido más lento. Esto no significa que no haya aplicaciones potentes. En DeMomentSomTres hemos explorado diversas formas de incorporar la IA a procesos estratégicos:
- Mejorar la atención al cliente, unificando toda la información dispersa de una organización para dar respuesta más eficiente y coherente.
- Crear propuestas comerciales adaptadas, agilizando procesos sin perder personalización.
- Analizar datos para obtener insights relevantes, identificando tendencias y oportunidades.
Pero siempre con una máxima: aplicar el sentido común para evitar la proliferación de la “Tontería Natural”. No se trata de utilizar IA para que esté de moda, sino de identificar qué problemas reales puede resolver.
La importancia del “cuándo” y “cómo” utilizar la IA
No todas las situaciones requieren de un modelo generativo. Por ejemplo, ¿qué utilidad tiene una IA que redacte textos perfectos si no sabemos a quién nos dirigimos? En estos casos, el éxito depende de:
- Definir estrategias claras.
- Priorizar el análisis de datos y el big data para entender el problema antes de buscar soluciones.
Con demasiada frecuencia se confunde la tecnología con la solución, cuando en realidad la clave está en saber elegir la herramienta adecuada.
Del sueño al desencanto: los efectos secundarios de la IA
Pese al enorme potencial de la IA, también hemos visto su cara menos amable. Muchas personas han dejado de editar sus contenidos antes de publicarlos. ¿El resultado? Redes sociales llenas de textos repetitivos, frases hechas y una calidad general que se ha visto perjudicada. La originalidad parece haber quedado en un segundo plano.
En DeMomentSomTres apostamos por mantener la creatividad y la originalidad, combinando la tecnología con la humanidad. La IA debe ser una herramienta que nos ayude, no un sustituto de la reflexión.
2025: Hacia un nuevo paradigma con el SEO para IA
Con este escenario, el futuro nos plantea un nuevo reto: el SEO para ChatGPT. Si la IA generativa está sustituyendo a los buscadores tradicionales, ¿cómo podemos asegurar que nuestros contenidos sean visibles? Así como años atrás nos adaptamos a plataformas como YouTube o Google, ahora es esencial entender cómo posicionarnos en las respuestas de estos modelos.
En DeMomentSomTres ya estamos trabajando en esta dirección, ofreciendo soluciones personalizadas a través del Kit Consulting. Como agentes digitalizadores, ayudamos a las empresas a entender y aprovechar esta revolución para crecer.
Contacta con nosotros y empezamos a crear juntos
Si quieres estar al día y aprovechar todo el potencial de la IA para tu negocio, no dudes en contactar con nosotros. Te ayudaremos a integrar estas herramientas con sentido común y estrategia, para que la tecnología sea una aliada real en tu éxito.
Nos encontramos ante una revolución tecnológica, pero como siempre, la diferencia la marcan las personas.
